Lent provides us with an opportunity a renewal of our Catholic identity.
Making present our place in a global society, we might think of our brothers and sisters in other countries– how they practice their faith or even face religious persecution. John Allen from the Washington Post compares the perspectives. . . for “The ordinary American, when you talk about religious persecution, they think it’s about whether you can pray before a football game…. In the (U.S.A.), a threat to your religious freedom means you might get sued.”
“The global situation is something most folks never thought about before. In the rest of the world, you might get shot. Twenty one Coptic Christians were beheaded last year – for their faith. Others face systematic and horrendous persecution. Violations of human dignity and rights violations are just as numerous.”
Our Holy Father has set the example by traveling to many countries, some enthralled in war and poverty. During his visit to Mexico this week, he seeks to bring hope to a country suffering from crime, corruption and inequality.” Let us pray for a successful outcome.
For questions and more information call Kathy Tragos at 695-8791, ext. 116.
La fe en el perspectivo mundial
La Cuaresma nos provee una oportunidad para una renovación de nuestra identidad católica.
Haciendo presente nuestro lugar en la sociedad global, pensemos en nuestros hermanos y hermanos en otros países – como practican su fe o incluso como enfrentan la persecución religiosa. John Allen, del Washington Post ofrece una comparación… para “el American ordinario, cuando habla de la persecución religiosa, está pensando si va a poder rezar antes de un partido de futbol… En los E.E.U.U., la amenaza a la libertad religiosa significa que uno puede ser enjuiciado.”
“La situación global es algo en que muchos ni piensan. En el resto del mundo, te pueden matar con un disparo. Veintiún Cristianos Cóptos fueron decapitados el año pasado – por su fe. Otros enfrentan a persecuciones sistemáticas y horrendas continuamente. La violaciones ante la humanidad digna y los derechos humanos son numerosas.”
Nuestro Santo Padre da su ejemplo viajando a muchos países, muchos que se encuentran en medio de guerras y pobreza. Durante su visita a Méjico esta semana, es su deseo traer esperanza a un país que sufre de la delincuencia, corrupción y desigualdad.” Oremos por un resultado con éxito.
Para preguntas o mas información, hable con Kathy Tragos al 695-8791, ext. 116.